“Mas vale ser una bestia racional y analítica que un
político mentiroso, ladrón y necio”
En un país de
gente floja para leer hasta su gobierno es un perfecto tonto que desconoce la
realidad sociocultural del país que dirige o será porque toda su vida como
militar, lo pasó de lacayo y cuidando las espaldas de sus amos gamonales y
ladronzuelos dueños de todo el Perú. Un lacayo en el poder carece de sentido
administrativo y visión contextual del terruño en que vive. Su única misión es
hacer eco de asuntos estúpidos como la INCLUSIÓN ¿Pero de cuál de
las inclusiones? Todos sabemos que existe el sistema de la inclusión económica,
social y cultural. En el Perú, hoy se siente y se ve que la política
inclusiva del gobierno de turno no está bien definido, porque se
desconoce ¿De cuál de las inclusiones se
habla? O es una simple fusión entre lo
criollo chabacano con el cholismo. Para un peruano del campo sea de la sierra,
selva o costa no es necesario que todavía se apruebe este término
a través de una ley o creando un Ministerio de Inclusión Social, al
final solo va ser una estupidez más de los políticos de turno, creado
exclusivamente para veneficiar con puestos de trabajo y sueldos exorbitantes a
los seguidores del gobierno, que en la campaña electoral han gritado o sobado
las espaldas al candidato presidencial y congresistas que hoy gozan de poder.
A nombre de la inclusión social se
comete enormes brechas de injusticia, corrupción y exclusión en nuestra
sociedad, acaso el Programa Juntos y Pensión 65 beneficia a los verdaderos
pobres, el gobierno a creado la inclusión económica sólo para veneficiar
a los allegados y compadres de los alcaldes y regidores distritales y
provinciales de las regiones del Perú, porque ellos determinan quiénes van a
recibir el apoyo del estado. No hay una verdadera política transparente de
apoyo al pobre, acaso no es novedad saber que el Coordinador Regional del
Programa Juntos y Pensión 65 ganan cada uno de ellos 7.500 nuevo soles
mensuales y el coordinador nacional ¿Cuánto estará ganando? Será 100 soles como
los pobres, imaginase usted de esta maldita corrupción podrida e injusta que
viene ya determinado desde las más altas esferas del poder político. Si realizamos una investigación para saber quiénes se benefician de los programas sociales, encontraremos a miles de ancianos abandonados, madres solteras y viudas en extrema pobreza, que viven sin recibir ningún apoyo del gobierno. Pero también encontraremos a los que reciben más rápido y sin molestia de nadie éste apoyo, como los tíos, abuelos, suegros o los chupamedias de los alcaldes, regidores, coordinadores y allegados a conducir los programas sociales, muchos de ellos dueño de buenas viviendas que tiene hasta tele cable o tiendas comerciales, mientras la gente pobre se muere de hambre a diario en los andes o en la selva ni Dios se acuerda de ellos. Por eso el gobierno debe aplicar una sanción a toda esta gente malvada que recibe injustamente el apoyo del estado, urge una sanción penal y exigir la devolución del dinero recibido con interés, a través del embargos de sus vienes e inmuebles si se niegan a hacerlo, de esa manera evitaríamos la viveza de la gente inconsciente e inmoral que hoy pulula en nuestra sociedad peruana.
La inclusión social en el Perú hace
décadas se puso en práctica y lo
vivenciaron nuestros compatriotas del ande y de la selva, ellos forjaron con
trabajo y sacrificio la gran urbe socio – económica de Lima y otras zonas
costeras, para que hoy florezcan opulenta
a la vista de otros.
Si analizamos la
historia migratoria de la sociedad andina comprobamos que se dio entre las
décadas del 50 al 90, en su momento
denominado “huayco serrano” porque era la huida de la gente de la
sierra hacia las barriadas de la capital, a causa de la violencia terrorista,
la pobreza y el fenómeno delincuencial que azotó y sigue azotando a vista y
paciencia de los inútiles gobernantes que nada hacen, porque carecen de un don
de servicio y apoyo al pueblo.
A pesar de los
serios problemas y el olvido de los gobernantes, los cholos han sabido
sobresalir con mucho empeño, para que hoy sean dueños de las grandes empresas y
centros comerciales de la capital y muchos de ellos profesionales de respeto
que brindan sus servicios en diversas companías privadas, públicas y del
extranjero. Entonces aquí no hay ningún favor u apoyo al hombre del campo por
parte del Presidente Moisés Ollanta Humala Tazo, solo está aceptando la
realidad de los cholos pudientes e inteligentes. Acaso ya se olvidaron que un
provinciano llamado Alejandro Toledo Manrique llegó a ser Presidente del Perú y
se da el lujo de vivir en otros países, gracias a su capacidad intelectual y
don de trabajo, así podemos mencionar para su conocimiento de los franeleros
del Presidente Ollanta Humala, que los
cholos provincianos somos quiénes hemos
hecho y seguiremos construyendo un Perú progresista, en base a nuestro
sacrificio y trabajo, porque amamos a esta tierra bendita más que a nuestra
vida. No somos como los delincuentes
gobernantes, ministros, jueces, fiscales y congresistas en su mayoría que se
hacen grandes y viven en otro mundo, robando miles de soles a su patria, sin
importarles que un niño pobre en las serranías
y las calles de Lima se muere de hambre
y frío sin poder saciarse con una migaja de pan.
La inclusión social ya se dio hace
mucho tiempo en el Perú, pero lo que sí,
está resultando un poco difícil para los provincianos es imponer sus
costumbres, vivencias y creencias a la gente nacido y crecido en Lima u otras
urbes costeñas. Todo esto aveces se da
por la mismísima culpa de la juventud andina que tiene poca identidad cultural
en su corazón y una anemia cerebral que lo impide amar primero lo suyo y
después lo resto y barato, los culpables de esta degradación son padres,
maestros y autoridades que no lo enseñan a respetar y amar a su viva tradición
de su tierra, hoy no es cosa de otro mundo ver a los jóvenes que se van de la
sierra y la selva a Lima y en cuestión de meses se olvidan de sus raíces,
iniciando a vivenciar y practicar el mal hábito de la cultura basura que
se transmite a través de los medios de comunicación en las ciudades, el joven
andino o selvático mal concientizado de la valía de su cultura llega a
despreciar sus costumbres de exportación, hasta terminan negando su origen y
apellidos.
Es aún mas triste ver a seudoperuanos nacidos en los barrios “pitucos” o adinerados de Lima que desprecian y odian la cultura de las zonas andinas. Acaso usted ve que un nacido en el Distrito de San Isidro, La Molina y Miraflores baile un huayno andino, que come mazamorra de Tocosh o por último hable nuestro Runa Shimi (Qechwa) ancestral, para estos idiotas todo lo mencionado, es un asco y por último si te ven degustar de esta cultura, te tildan peyorativamente de serrano o shuco apestoso, señores lectores esto no es mentira o ficción es pura realidad.
Es aún mas triste ver a seudoperuanos nacidos en los barrios “pitucos” o adinerados de Lima que desprecian y odian la cultura de las zonas andinas. Acaso usted ve que un nacido en el Distrito de San Isidro, La Molina y Miraflores baile un huayno andino, que come mazamorra de Tocosh o por último hable nuestro Runa Shimi (Qechwa) ancestral, para estos idiotas todo lo mencionado, es un asco y por último si te ven degustar de esta cultura, te tildan peyorativamente de serrano o shuco apestoso, señores lectores esto no es mentira o ficción es pura realidad.
El problema está
en la inclusión cultural y económica y de eso nuestro presidente, el
Ministro de Cultura, el Ministro de Economía y demás autoridades no dicen nada,
porque en sus cerebros no hay neuronas que lo impulsen a valorar nuestra
cultura andina y selvática, también estoy seguro que en su mayoría los
ministros y congresistas del Perú de ayer y hoy, no saben hablar nuestro idioma
Runa Shimi o los demás dialectos de nuestro Perú amazónico – andino, de ese
tipo de autoridades debemos sentir vergüenza, porque son puro idiotas que no
conocen y ni les importa valorar la cultura del perú profundo, hasta se olvidan
de su tierra y terminan humillando y despreciando a sus hermanos que lo
eligieron.
Para mucha gente
que nació y vive en los distritos adinerados de Lima, el Perú es sólo su
barrio, las demás regiones a ellos no les importa y aún peor no saben que
existe un país poblado por gente pluricultural y multilingue con vivencias y
tradiciones diferentes. Para esta gente millonaria su Dios es el dinero y con
el fin de adquirir más riqueza y poder son capaces de arrancarle los ojos a los
pobres, porque tienen un ideal racista y déspota en su formación, acaso sus
hijos de esta gente estudia en colegios y universidades estatales, todos están
en particulares y hasta en el extranjero, donde cuesta la pensión mensual 500
dólares el más barato.
Una vez entable
amistad con un tipo nacido y crecido en el Distrito de Miraflores, un
profesional de primer nivel en grados académicos, egresado de la Universidad
Pontificia la Católica del Perú y con doctorado en España, pero la decepción
llegó, cuando me interé que el tipo no sabia hablar el Runa Shimi y tenía asco
como si fuese eses a nuestro Tocosh andino. Por eso interrogó ¿De qué vale
tantos méritos y otras estupideces otorgados por las universidades? Si aquel
profesional desconoce su cultura y asquea al alimento nutritivo y milenario de
los peruanos.
De la misma
manera los jóvenes de aquellos distritos
adinerados de Lima, solo piensan en la cultura extranjera y barata,
acaso es cosa de otro mundo ver a los jovenzuelos de la actualidad que consumen
música basura, vestimenta podrida, comida chatarra y moda estúpida de los
países ajenos al nuestro, este fenómeno de la alienación hasta las autoridades
lo practican, porque en mi Huánuco querido tenemos a un alcalde provincial que
se identifica con la música y artistas del extranjero, en cada aniversario de
la Provincia de Huánuco trae grupos y cantantes pachangueros de otros países,
que vienen a llevarse miles de soles de los huanuqueños, sin importarles que la
región Huánuco está ubicado en el último lugar de extrema pobreza en el Perú.
Mientras los cantantes y grupos huanuqueños están marginados y ni tienen una
oportunidad para dar a conocer su arte.
He aquí la razón
que cuando el cholo con anemia cerebral llega a la cumbre de la fama y la
riqueza, se olvida de su origen, margina al gringo y desprecia a su propia raza.
No solamente
quiero ser crítico, he aquí mi propuesta de solución al problema. Todo esto es
falta de una buena educación y urge iniciar a enseñar en los colegios públicos
y privados a valorar y vivenciar nuestra cultura milenaria. Para eso tenemos que
incluir en el Diseño Curricular Nacional (DCN) a considerar, valorar y
vivenciar nuestra cultura de antaño y las vivencias diarias, porque hoy no se
enseña a hablar Runa Shimi en los colegios o las universidades, pero sí el inglés
u otros idiomas. Por eso digo que el sistema educativo en el Perú está
mal direccionado, porque sus contenidos parten de realidades ajenas, hasta los
especialistas o encargados de guiar la educación buscan poner en práctica
metodologías didácticas de países y
personas ajenas a nuestro contexto.
Nadie valora a nuestros pedagogos peruanos como a José Antonio Encinas Franco entre otros. Por ese motivo la inclusión cultural tiene que partir desde el sistema educativo nacional y exigir a los docentes que enseñen a los estudiantes a valorar, respetar y vivenciar su cultura, también que sus autoridades se dediquen a impulsar la cultura de los pueblos.
Nadie valora a nuestros pedagogos peruanos como a José Antonio Encinas Franco entre otros. Por ese motivo la inclusión cultural tiene que partir desde el sistema educativo nacional y exigir a los docentes que enseñen a los estudiantes a valorar, respetar y vivenciar su cultura, también que sus autoridades se dediquen a impulsar la cultura de los pueblos.
La dejadez de
las autoridades a hecho que la juventud pierda su identidad cultural, para
muestra si preguntamos por sus ídolos artísticos a nuestros jóvenes, estoy
seguro de nadie es su ídolo un cantante folclórico, como Dina Paucar, Eusebio
“Chato” Grados Robles o la criolla Eva Ayllón, sino de inmediato los viene a la
mente el nombre de cantantes extranjeros como Tego Calderón, Dady Yanki,
Shakira o grupos estúpidos que cantan la porquería del perreo. Eso es la
iracunda realidad cultural de la juventud de hoy. Mientras nuestras
autoridades llenan sus bolsillos con el dinero del pueblo cual ladronzuelos, se
beben el Pisco y degustan de la sagrada Pachamanca, dejando solamente las eses
para el pueblo.
CALDERÓN JARA, Enoch Braulio
“TERRIBLE DE HUÁNUCO”
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