La política en el Perú sea convertido en un negocio barato de gente bruta, mentirosa y corrupta, donde prima los regalos y publicidades que se transmiten en los medios de comunicación con el fin de adormecer el cerebro humano.
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En el Perú en cada época electoral se da el fenómeno social de la disentería política, los candidatos oportunistas aparecen por montones ofreciendo y prometiendo liberar al pueblo de la extrema pobreza, hasta se vuelven caritativos, regalones y curanderos que cambian la suerte de sus seguidores con cuy negro. No porque les sobra o son tan bondadosos sino es una astucia de convencimiento que usan los hombres mediocres para engañar a la gente no instruida en temas de política y desarrollo nacional.
En estos tiempos nadie es bondadoso de corazón todos tienen intereses lucrativos de llegar al poder y desde allí esos buitres de la política se recobran y ganan millonadas por esos falsos regalos que vienen etiquetados con logotipos de agrupaciones políticas.
También hay ciudadanos iletrados y profesionales con careta de idiotas que viven contento con esa injusticia, hasta piensan que en nada les afecta si el presidente, los ministros, congresistas y alcaldes roban los recursos del estado mas bien piden a gritos y creen que deben robar más al estado peruano. Esa gente poco racional y esclavos de su ignorancia creen que estado es solamente el Presidente de la República y sus demás lacayos y no se dan cuenta que Estado Somos Todos y que las riquezas del Perú hoz nos pertenece por igual a todos y no solamente a los mentecatos que están en el poder.
El fenómeno del huayco político en el Perú se da cada 4 años en nuestra sociedad y luego desaparecen hasta otra época electoral, docenas de candidatos a la Presidencia de la República de todos los precios y gustos aparecen a engañar al pueblo. Esa realidad política en los distritos pobres del país es mucho más caótica, encontramos candidatos por montones peleándose para ocupar el cargo de alcalde, aunque en sus neuronas no exista ni idea de lo que es administración de recursos públicos o relaciones humanas, simplemente quieren ser alcaldes para mejorar su situación económica. Mientras en los países cultos en política en cada comicio electoral solamente aparecen dos candidatos que representan a la tendencia política democrática y republicana pero con mucha popularidad y conocimiento de su realidad nacional, pero en el Perú abundan politiqueros fanfarrones que al final ni a sus propias mujeres o familiares convencen con sus sermones falaces y lo único que hacen para ganar adeptos es recurrir a la astucia de los regalos y manipulan a la prensa y periodistas necios que confunden a la población electorera con sus opiniones baratas en favor de algún ladronzuelo que se encasillan en las agrupación partidarias.
Para salir de este marasmo y para que se dé una verdadera inclusión económica y desarrollo educativo en el Perú, como ameritan las exigencias de éste siglo, primeramente sus ciudadanos mayores de edad y electores tienen que saber elegir a sus autoridades gubernamentales que van a disponer del poder político, económico y de justicia, de no ser así, a cualquier inútil mental estamos llevando al poder y esa gente de principios delictivos solamente se dedican a estafar y robar una vez que alcanzan sus objetivos. Por esa misma razón invoco a los ciudadanos en que debemos elegir como Presidente de la República Democrática del Perú a una persona profesional muy leída y además mínimamente que cumpla los siguientes requisitos:
- Que sea peruano de nacimiento.
- Que conozca a profundidad la real situación del país.
- Que tenga vocación de servicio solidario en bien del pueblo.
- Que sea un hombre honesto y honrado.
- Que diga la verdad en todos sus discursos.
- Desde muy niño que haya apoyado y servido a la gente pobre con mucha devoción.
- Que sea un amante perfecto de la cultura peruana.
- Que sea humilde al servir a sus conciudadanos.
- Que sea de condición económica sencilla, porque los adinerados en el poder solamente gobiernan para su clase y si elegimos como siempre a un mediocre una vez que llega al poder se arrodilla y sirve con mucha obediencia a los millonarios.
Por su puesto hay pocos ciudadanos con este perfil, pero hay y bien merecido lo tienen el prestigio y honestidad para ser Presidente del Perú, pero nunca se les da una oportunidad en ningún cargo público a esos compatriotas, porque los que están en el poder prefieren acomodar a sus allegados y compadres corruptos como ellos mismos.
También para que sean Ministros del Estado Peruano deben ser seleccionados y evaluados rigurosamente los profesionales de todo el país, estos cargos solamente deben ocupar los mejores profesionales de éxito, de esa manera estaríamos impulsando la verdadera meritocracia e incentivando a ser excelentes a cada persona y darles una oportunidad de demostrarnos su capacidad de servicio a la colectividad. Hoy de que vale tener ministros descarados que simplemente en las campañas electorales han sobado las espaldas de los políticos y en agradecimiento a eso les asignan un puesto laboral y que al final terminan siendo unos lacayos que no tienen voz ni voto, solamente cumplen lo que les ordenan sus superiores.
De la misma forma para ser Congresista del Perú deben ser ciudadanos profesionales leídos y nacidos en la zona, que conozcan por completo su real situación en los aspectos culturales y económicos de su región. De la misma forma para ser congresistas deben dar un examen y aprobar con un puntaje sobresaliente en los siguientes criterios:
. Académico.
. Ético.
. Administrativo.
. Gerencial.
. Don de servicio.
. Honradez.
. Por último tener una conducta intachable con ningún antecedente judicial y policial.
Además urge una evaluación minuciosamente a los mejores, honestos y honrados abogados para que sean jueces y fiscal de la nación solamente de esa manera habría verdadera justicia en el Perú y no sería visto ese poder del estado como un centro de corrupción e injusticia. Porque hoy esa gente que trabaja como juez y fiscal a pesar de ganar fabulosos sueldos, su trabajo es la peor de todos porque al ladrón que roba miles de soles lo absuelven y lo condecoran como a un Dios sagrado, mientras un ladroncillo que a roba una gallina recibe una condena de 5 años de prisión. Y si alguien denuncia a los malos funcionarios de las entidades públicas nadie les hace caso, por eso en el Perú, justicia solo consiguen los que tienen plata y gozan de poder, mientras el pueblo se muere en el infierno de la injusticia.
También para que sean Presidentes Regionales, Directores regionales, alcaldes provinciales, alcaldes distritales y gerentes de toda índole y nivel deben ser ciudadanos profesionales y de una conducta ejemplar, además se los debe evaluar para que ocupen o sean elegidos en esos puestos públicos, no es justo que cualquier necio tenga el privilegio de ocupar esos cargos como en la actualidad. Hoy no es novedad ver a alcaldes y gerentes municipales coludidos con la corrupción del poder judicial que viven como rey con el FONCOMUN e ingresos propios sin hacer ninguna obra. Su trabajo es delinquir la plata del pueblo y si los denuncian muy encantados se defienden, hasta se dan el lujo de compartir el hurto con los jueces y periodistas aduladores de la mediocridad. Y no hay ninguna ley que sea drástico en sancionar a los que roban al país, más bien han creado leyes como la impunidad parlamentaria para cuidar sus intereses personales de los que están en el poder.
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